Promover los estados emocionales positivos en la empresa
Si bien es responsabilidad personal de cada uno el gestionar de manera eficiente su estado interno, la interacción profesional de la empresa puede potenciar o socavar el buen estado de animo de los empleados. Algunas organizaciones eligen acompañar a las personas para fomentar esos estados emocionales positivos ofreciendo espacios donde impulsarlos y promoverlos.
El 2020 obligó a un cambio sin precedentes en la forma de trabajar a todos los niveles de la organización. Las personas llevan meses demostrado toda la resiliencia y la empatía de las que son capaces. Han necesitado superarse personal y profesionalmente para adaptarse. Además, la incertidumbre en cuanto al final de esta situación no cesa. Esto hace que muchas personas hayan empezado el año cansadas, con desgaste emocional y desanimo. Otras, las más afortunadas, como mínimo anhelan la parte humana del trabajo en la empresa, el compartir informal en los momentos de pausa y las risas con los compañeros. Esos pequeños momentos en el día a día de la oficina que refuerzan el sentido de pertenencia y generan cohesión en los equipos son imprescindibles.
¿Cómo pueden los responsables de Recursos Humanos dar soporte y apoyo a los empleados para facilitar la generación de estados emocionales positivos?
Una de las formas que yo propongo y que estoy llevando a cabo en algunas empresas, es introducir espacios cortos en la jornada laboral, que tengan un efecto “burbuja de oxigeno” en los empleados. Utilizando diferentes herramientas lúdicas y experienciales, acompañar a las personas para que encuentren sus propios recursos internos y así favorecer la aparición de estados emocionales positivos. A través de juegos, reflexiones y debates, reforzamos las soft-skills o habilidades blandas. Estos espacios permiten conocerse entre diferentes departamentos y empatizar con lo que están viviendo otros compañeros. También ayudan a romper barreras geográficas y jerárquicas, juntado empleados de diferentes sitios y niveles para que, durante un momento, más allá de las responsabilidades profesionales y del titulo de cada uno, se pueda experimentar la pertenencia al grupo y la motivación común.
Todos tenemos la capacidad de generar estados emocionales positivos en nuestro interior y a nuestro alrededor. A veces ocurre que nos quedamos atrapados en una situación desagradable o que nos dejamos afectar por el ambiente negativo del entorno. A todos nos pasa en un momento u otro, lo importante es no perder de vista nuestra capacidad de regeneración y nuestro poder personal en darle la vuelta a la situación.
Cuando no podemos apoyarnos en nada externo porque todo a nuestro alrededor parece incierto, ambiguo y cambiante, la única opción que nos queda para conservar el equilibrio es agarrarnos a algo que solo dependa de nosotros: nuestra actitud. Y eso se puede aprender, fomentar y promover a través de la practica.
Yo digo que hay que hacer viral el agradecimiento, la esperanza, la sonrisa y la empatía en nuestro día a día. En ocasiones, tan solo con una mirada sincera o una palabra positiva podemos cambiar nuestro rumbo emocional o el de otra persona.
¡Lo más contagioso que tenemos los seres humanos, son las emociones, utilicémoslas a nuestro favor!