El mito de que las emociones no tienen cabida en el entorno laboral sigue siendo cuestionado por la investigación y los expertos del sector.
Cada vez hay más pruebas de que incorporar las emociones al lugar de trabajo es una forma poderosa de liderar, impulsar la innovación y mejorar el bienestar de los empleados y el sentimiento de inclusión.
Desde muy temprana edad, en casa nos enseñan a “portarnos bien”. A ser racionales, lógicos y objetivos, relegando nuestras emociones a un segundo plano.
Igualmente en la escuela, nos enseñan a enfocarnos en el rendimiento académico y a ocultar cualquier expresión emocional que pueda considerarse como una distracción o incluso como una debilidad.
No es de extrañar, que llegados a adultos nos parezca desafortunado mostrar nuestras emociones en el ámbito laboral.
👉 Se nos alienta a mantener un semblante distante y profesional, relegando nuestras emociones a un espacio personal e invisible.
Somos emoción
Nuestras emociones son un potente indicador de nuestro nivel de felicidad. Cuando algo va mal, nuestro cerebro nos lo hace saber a través de las emociones.
Las emociones son como mensajes que nos enviamos a nosotros mismos, y que deberían actuar como un maravilloso barómetro para informarnos de cómo estamos conduciendo nuestra vida.
La ciencia ha demostrado, que las emociones negativas pueden hacer caer nuestra frecuencia cardiaca y sembrar el caos en nuestra fisiología. Mientras que vivir o evocar emociones positivas induce una mayor coherencia en el latido de nuestro corazón.
Nuestras emociones producen una comunicación electromagnética que hoy en día puede ser medida.
Por lo tanto es inútil pensar que podemos esconder nuestras emociones cuando en realidad las vamos repartiendo a nuestro alrededor, como un perfume que nos acompaña.
Partimos de la base de que somos emoción, que la emoción es energía y que la energía no se puede destruir, únicamente transformar.
⚠️ Así pues, tenemos el contexto necesario para entender que una educación basada en la supresión de las emociones es una nefasta solución para el bienestar del ser humano y de nuestra sociedad.
Si las emociones no se pueden suprimir tendremos que aprender a gestionarlas.
La importancia de las emociones en el trabajo
Las emociones son fundamentales en el mundo empresarial.
Según el neurólogo y escritor Antonio Damasio, nuestro córtex prefrontal, base de nuestros procesos de pensamiento consciente, está muy ligado a nuestra amígdala, y no podemos separar nuestras emociones de nuestro cerebro racional, centrado en la lógica.
Es un error muy común pensar que nuestras emociones están separadas de nuestros pensamientos.
La investigación demuestra que nuestros procesos mentales siempre van a estar guiados por nuestras emociones y, a menudo, nuestro “razonamiento” lógico es simplemente una forma de justificar nuestra experiencia emocional.
✅ Ser conscientes de que las emociones forman parte integrante de las personas y por lo tanto crear un ambiente donde los empleados se sientan seguros para expresarse con autenticidad y sin temer ser juzgados o malinterpretados es imprescindible.
De no ser así, si estamos en un entorno laboral donde las emociones no son bienvenidas, esto puede dar lugar a una falta de conexión emocional entre los miembros del equipo y generar un clima laboral frío e impersonal.
Además, la represión constante de las emociones puede tener un impacto perjudicial en la salud mental y emocional de los empleados, ya que las emociones no expresadas se acumulan, causando estrés y malestar que prolongados en el tiempo pueden llevar a enfermar.
💡 Es importante destacar que las emociones son una parte integral de nuestra experiencia humana y no pueden separarse completamente de nuestro entorno laboral.
Ignorar o negar nuestras emociones en el trabajo no solo es poco realista, sino que también limita nuestro potencial y nuestras capacidades como profesionales
Las emociones, tanto positivas como negativas, contienen información valiosa que puede ayudarnos a comprender nuestras necesidades, motivaciones y reacciones en diferentes situaciones laborales.
Claves para la gestión emocional en el trabajo
Fomentar un ambiente donde las emociones sean reconocidas y gestionadas de manera saludable es fundamental para crear un entorno laboral positivo y productivo.
Analizamos algunos aspectos clave que pueden ayudar a las empresas a fomentar las emociones en el trabajo y promover un clima laboral saludable.
La seguridad psicológica
Es importante crear un ambiente de trabajo en el que los empleados se sientan seguros y cómodos para expresar sus emociones sin temor a ser juzgados o penalizados.
Esto implica fomentar una cultura de apertura y respeto, donde se valoren y se escuchen las voces de todos los empleados.
La seguridad psicológica se ha convertido en un tema de interés en el ámbito laboral, ya que se ha demostrado que las organizaciones que la fomentan son más productivas y exitosas.
❌ Ningún líder de forma individual puede tener respuesta a todas las nuevas cuestiones.
❌ Ninguna organización puede afrontar los retos disruptivos que supone el mercado sin sus equipos.
Fomentar la seguridad psicológica en la empresa une los intereses de ambos.
✅ Si quieres que los empleados se permitan hacer propuestas de mejora, trabajar con mayor creatividad para corregir las ineficiencias, promover la innovación para afrontar nuevos retos, entonces debes aprender como líder y como organización, a crear espacios de seguridad psicológica.
La autoconciencia emocional
Al reconocer y aceptar nuestras emociones en el ámbito laboral, podemos comenzar a desarrollar una mayor autoconciencia emocional.
Esto implica estar atentos a nuestras propias emociones y comprender cómo influyen en nuestro comportamiento y toma de decisiones.
👉 Las empresas pueden fomentar la autorreflexión, brindando herramientas y recursos que ayuden a los empleados a explorar y comprender sus estados emocionales.
✅ El autoconocimiento emocional les permitirá tomar decisiones más informadas, comunicarse de manera más efectiva y gestionar mejor el estrés y las presiones laborales.
Liderazgo humanista
En el ámbito empresarial, el liderazgo humanista emerge como una perspectiva que valora la importancia de las emociones y el bienestar de los empleados.
Esto permite al líder establecer una comunicación empática y efectiva, promoviendo la confianza y el bienestar emocional en el equipo.
Un líder humanista no solo se enfoca en los resultados y metas organizacionales, sino que también se preocupa por el desarrollo personal y profesional de sus empleados.
Al reconocer y atender las necesidades emocionales de su equipo, un líder humanista fomenta la motivación, la colaboración y el sentido de pertenencia.
🎓 En el modelo de liderazgo que imparto en mis formaciones abordamos el crecimiento del líder como motor para el desarrollo desde un punto de vista holístico.
Es decir abarcando las diferentes esferas de la persona: pensamiento, emoción y acción, así como de la organización: personas, equipo y entorno.
Gestión de conflictos
La gestión de conflictos en el entorno empresarial es crucial para mantener un ambiente laboral saludable y productivo.
A menudo, cuando surgen disputas entre empleados, algunos jefes prefieren no intervenir y optan por la postura de “resolverlo entre vosotros”.
Sin embargo, esta actitud puede agravar la situación y dar lugar a un escenario donde prevalece la ley del más fuerte.
En lugar de dejar que los conflictos se intensifiquen, es fundamental fomentar la aplicación de la “comunicación no violenta” o CNV, una metodología que busca promover el diálogo respetuoso y empático entre las partes involucradas.
Al brindar a los empleados las herramientas necesarias para gestionar sus conflictos de manera eficiente, se logra reducir las emociones negativas y los enfrentamientos.
La CNV implica escuchar activamente a cada individuo, reconociendo sus necesidades y expresando las propias de manera clara y no confrontativa.
Además, es importante que los líderes estén dispuestos a acompañar a los empleados en este proceso, brindando apoyo y mediando en situaciones más complejas.
✅ Al fomentar una cultura de resolución de conflictos basada en la comunicación no violenta, las empresas pueden prevenir el deterioro de las relaciones laborales y promover un clima de trabajo armonioso.
Esto se traduce en un mayor compromiso, una mayor colaboración entre los equipos y un incremento en la productividad general de la organización.
Comunicación abierta
La comunicación efectiva es clave para construir relaciones saludables y positivas, tanto en el entorno personal como en el laboral.
Los empleados deben aprender a expresar sus opiniones y necesidades de manera clara, asertiva y respetuosa.
Desde luego, expresar las emociones positivas, como el entusiasmo, la gratitud o la ilusión fomenta un entorno de trabajo resonante.
También es importante tener un espacio de expresión cuando surgen emociones difíciles, como la frustración o el descontento, entender qué está pasando y manejar la situación de forma que todos podamos crecer.
Al mejorar las habilidades de comunicación, se facilita la comprensión mutua, se previenen malentendidos y se fomenta un clima de trabajo más empático y colaborativo.
Ofrecer programas de desarrollo emocional
Las empresas pueden invertir en programas de desarrollo emocional que brinden a los empleados las herramientas y habilidades necesarias para gestionar y canalizar sus emociones de manera saludable.
👍 Estos programas pueden incluir talleres, sesiones de coaching, entrenamiento en inteligencia emocional y técnicas de gestión del estrés.
Al proporcionar a los empleados un espacio dedicado para explorar y trabajar en sus emociones, se les empodera para que se conviertan en mejores líderes, colaboradores más efectivos y puedan enfrentar los desafíos laborales con resiliencia y equilibrio emocional.
Conclusiones
En resumen, hemos sido educados para no mostrar nuestras emociones tanto en la escuela como en el trabajo.
Sin embargo, reconocer la importancia de aumentar la consciencia emocional y mejorar la gestión de las emociones en el ámbito laboral es fundamental para promover un ambiente de trabajo saludable y productivo.
En el entorno laboral actual, donde la competencia es feroz y los desafíos constantes, las emociones pueden desempeñar un papel fundamental en el bienestar y el rendimiento de los empleados si sabemos gestionarlas de forma inteligente.
💡 Al fomentar la inteligencia emocional y ofrecer programas formativos en este ámbito, las empresas pueden empoderar a sus empleados para que se conecten con sus emociones, mejoren su bienestar emocional y maximicen su rendimiento profesional.