La realidad actual sigue siendo exigente con respecto a la implicación de las personas en los diferentes proyectos profesionales en los que participan. Y de ahí la importancia de hablar del equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
Ya sea porque alguien se acaba de iniciar en la vida laboral, o bien porque un proyecto puede ser a veces muy intenso, lo cierto es que a menudo es complicado encontrar ese punto medio tan necesario entre el trabajo y la vida personal. Además, ese equilibrio no es algo fijo e inamovible para todo el mundo, cada persona debe encontrar el suyo propio.
En este artículo exploraremos las diferentes rutas a través de las cuáles se puede lograr esa conciliación entre el trabajo y la vida personal. Y cuál es el papel de las empresas en toda esta cuestión. Solamente así se puede lograr un rendimiento óptimo y una buena inclusión para los miembros del equipo de trabajo. A la vez que una necesaria estabilidad mental que aporta el hecho de poder combinar dos aspectos fundamentales de la vida.
¿Cuándo se produjo el cambio con respecto al equilibrio entre el trabajo y la vida personal?
La relación de los seres humanos con el trabajo ha evolucionado de forma radical desde el comienzo del concepto de equipos de trabajo y jornadas laborales, en la Revolución Industrial, hasta la actualidad.
Podemos y debemos hacer un análisis profundo de cómo ha evolucionado nuestra relación con el trabajo desde los comienzos. El debate sobre la necesidad de dar valor a la vida personal y al tiempo libre es bastante reciente. Por tanto hay que poner en relieve cuáles son los puntos que una empresa debe seguir para garantizar a su equipo de trabajo esta conciliación.
Y es que respetar el estilo de vida de un trabajador, y darle tiempo para que se desarrolle en otros aspectos además de en el profesional, es esencial. Y no solo por cuidar su salud mental. También porque su estabilidad emocional va a ser un ingrediente clave en su motivación a la hora de llevar a cabo su trabajo y ser productivo.
Una vida dedicada al trabajo
Es bastante chocante saber que a inicios del siglo XX, en plena Revolución Industrial, los trabajadores de las fábricas usaban en torno a 70 u 80 horas semanales en el trabajo. El tiempo libre, o de ocio como se solía referir en el momento, era algo prácticamente anecdótico.
Las cosas empezaron a cambiar, y fue Henry Ford, empresario del sector del automóvil, quien inició la jornada laboral de 9 a 17. Esta supuso un radical cambio en la vida de las personas que trabajaban para él. Porque al fin tenían tiempo de ocio para dedicarlo a lo que ellos considerasen oportuno.
No obstante, todavía no había ningún tipo de debate con respecto al equilibrio entre el trabajo y la vida personal cuando se inició la normalización del ámbito laboral en todas las familias. Simplemente las empresas contrataban personas para llevar a cabo actividades específicas dependiendo de su formación. Y estas iban desarrollándose en un área determinada, a cambio de un salario que les permitía una casa, un coche o unas vacaciones.
Un cambio que culminó con la pandemia del Covid-19
Afortunadamente las semanas de trabajo de 80 horas quedaron atrás hace mucho tiempo en el mundo civilizado. Y si bien esta temática ha ido evolucionando desde entonces, y las empresas han ido tomando más y más conciencia de las necesidades de los empleados, es a partir del Covid-19 donde se inició un giro sin precedentes en la forma de entender el equilibrio de vida profesional y personal.
Hace unos años, cuando llegó a nuestras vidas la pandemia del Covid-19, muchas empresas tuvieron que lidiar con la realidad de que sus trabajadores no podían desplazarse a su lugar de trabajo habitual. La jornada laboral en remoto, desde casa y con medios electrónicos, se convirtió en algo simplemente obligatorio para no cerrar.
Y en esa adaptación a la nueva realidad online, muchas personas descubrieron que estando en casa podían combinar el trabajo y la vida personal de forma mucho más sencilla.
Fue el momento de iniciar un diálogo que sigue hasta el día de hoy. El de las empresas y los trabajadores y cómo en conjunto podían trazar un plan para esa conciliación del trabajo y la vida personal.
Las empresas debieron actualizar sus ofertas laborales. Ya no se hablaba únicamente de la retribución económica, sino también de programas de atención infantil para los hijos. Y atención a ancianos en el caso de los progenitores y además atención a los propios empleados mediante proyectos sobre la salud. En concreto sobre salud mental, y horarios más flexibles.
El análisis de Clark sobre la satisfacción laboral
El equilibrio entre el trabajo y la vida personal es un proceso delicado que requiere una planificación cuidadosa. También una ejecución estratégica por parte del líder de un equipo de trabajo, así como por parte de los miembros de un proyecto que deben reivindicar qué necesitan.
El psicólogo estadounidense Timothy Clark elaboró un análisis en el año 2000 sobre la relevancia del impacto del trabajo en la vida personal de cada individuo. Sobre todo en el ámbito emocional y conductual. Él hablaba del objetivo vital de los individuos para encontrar la satisfacción, y en particular, la satisfacción laboral.
Según Clark, las investigaciones realizadas con respecto a políticas organizacionales para fomentar el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, muestran una relación positiva tanto en la conciliación de las responsabilidades familiares y laborales, como en un mejor desempeño en las empresas que las implementan.
A continuación vamos a presentar estrategias y buenas prácticas que los líderes y las organizaciones pueden implementar para asegurar un equilibrio fluido entre el trabajo y la vida personal:
- La comunicación fluida con los empleados es esencial para asegurar el equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Cada trabajador tiene una situación personal muy específica, y es importante saber qué necesita para sentirse a gusto con la conciliación.
- Ofrecer flexibilidad laboral con un horario núcleo obligatorio y horas repartibles a discreción del empleado. Considerar jornadas reducidas, trabajando más horas en menos días. Crear horarios adaptables y personalizables es crucial. Dar a los empleados independencia para gestionar su tiempo fomenta la responsabilidad y la motivación.
- Tener la opción del teletrabajo, que permite al equipo llevar a cabo sus tareas desde casa. A través de las herramientas digitales pertinentes, y a su vez compaginar esto con el tiempo necesario para la familia y las responsabilidades personales.
- Cuando es notorio que un empleado lleva un tiempo de actividad intensa, es necesario fomentar el descanso. Algunas veces un líder se centra específicamente en impulsar la motivación para sacar trabajo adelante. Y no debería de hacerlo más que reivindicar el hecho de descansar y desconectar.
- Evaluar cada cierto tiempo cuáles son los beneficios que los empleados valoran. Estos pueden ser descuentos en actividades de tiempo libre, como viajes, cine, gimnasios o espacios gastronómicos para los empleados. También otros elementos indispensables para ciertos empleados, como las guarderías para los hijos o las actividades de verano como los campamentos.
Estas medidas pueden ser diferentes y modificables según las necesidades específicas de cada empleado según su situación personal. La realidad es que siempre debe haber un diálogo presente.
El éxito que una empresa tenga en el futuro, se verá afectado por cómo se sienten las personas que la componen y cuál es su equilibrio de vida.
La importancia de conciliar el trabajo y la vida personal
Cuando una persona se incorpora a un nuevo proyecto profesional, siempre debe tener en cuenta qué es exactamente lo que necesita. En concreto con respecto a la conciliación entre el trabajo y la vida personal.
Según los datos obtenidos del último informe sobre el Desarrollo Humano en 2023/2024 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el incremento en la calidad de la vida laboral de los empleados tiene grandes efectos tangibles en las diferentes organizaciones. Esto es en términos de satisfacción, motivación y compromiso profesional, lo que reduce a su vez los niveles de ausentismo laboral.
La cantidad y calidad del tiempo libre son fundamentales para el bienestar emocional de las personas que conforman un equipo de trabajo. Y esto quiere decir que los beneficios que estas personas obtengan con respecto a su salud mental y física, son beneficios 100% traducibles para el desarrollo de una empresa en un futuro inmediato.
Concluyendo, ha costado algunos años entender que este debate sobre el equilibrio entre el trabajo y la vida personal era indispensable. Y no solo por ser generoso con el bienestar de las personas que forman parte de una empresa. También porque el bienestar es la clave de que estas se involucren como deben en los objetivos de presente y futuro e ese proyecto.
Si te encuentras en un contexto lleno de dudas sobre cómo se puede mejorar en tu propio proyecto profesional el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, puedes contar conmigo. Estoy a tu disposición a través de sesiones individuales y grupales para ayudarte a manejar esta situación de una forma efectiva.